La firma asume en forma directa la calidad de liquidadora designando un profesional quien adelantara el trámite de liquidación judicial y fungirá como Administrador, Representante legal y Liquidador. La investidura funcional que asume el liquidador por ministerio de la ley, le otorga la capacidad jurídica para ser parte y por su puesto para actuar en representación de la empresa en liquidación, lo que le permite asumir legalmente la defensa ante cualquier acción legal en su contra.
Para el desarrollo del proceso de liquidación definimos un esquema de trabajo el cual inicia mediante la emisión de un diagnostico el estado actual de la compañía en temas contables, financieras, tributarias y jurídicos societarias a efectos de definir el procedimiento a seguir (Liquidación – Disolución – Restructuración), y continua con Ejecución de la reconstrucción contables, financieras, tributarias y jurídicos societarias, del cual se genera el diseño de un proyecto metodológico y adecuación previa de la sociedad con la correspondiente emisión del dictamen tendiente a soportar el proceso liquidatario.
Elaboración, presentación y ejecución del proceso de liquidación:
- Convocatoria Asamblea.
- Celebración de asamblea
- Publicidad de la disolución
- Escritura pública de protocolización del proceso.
- Registro en Cámara de Comercio.
- Elaboración de lista de pasivos, acreedores con prelación de créditos según la norma.